sábado, 24 de mayo de 2014

LLEGAR A LOS 35

LLEGAR A LOS 35

En un pueblo lejano, sin parientes haciendo patria.
Con cada crepúsculo la esperanza latiendo fuerte,
pasando tormentas venciendo tantas veces a la muerte,
solo te queda la opción de hacerte cada día más fuerte.

No hay toque de queda, ni quien cuide las espaldas,
aprendes a ser Coronel y soldado raso de tu propia suerte,
aunque tengas un fusil, la mayor parte queda sin balas,
pues han sido innumerables ya las batallas enfrentadas.

Tres fieles amigos de guardián siempre dispuestos,
en un silbido, una mirada, ya corren a sus puestos.
Luchando entre sí para ganarse una caricia,
pero es el pequeñín quien se gana los privilegios.

Llegar a los 35, pareciera una eternidad llegar a esta edad,
tantas cicatrices impregnadas para la posteridad
mesas de cirugía, luz de un quirófano, ya no me es extraño,
pero aún tambaleo al recordar el frío revólver en la cabeza.

Al ver el camino transitado, casi solitariamente,
recuerdo tan solo la mano del Creador sosteniéndome,
en cada lodazal, en cada infierno de la que salí
acompañada de María Auxiliadora, mi madre.

Cuando se ha vivido mucho siendo joven se tiene una certeza,
ya nada te sorprende, no existe nada seguro ni eterno,
todos los días se vuelve una ocasión de aprendizaje,
llegar a los 35 con la alegría de poder decir ESTOY VIVA!! 

Mabel Coronel Cuenca 
24 - 05 - 2014
 

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