RETOÑO DE MARGARITA

RETOÑO DE MARGARITA

-A mi madre-

En la quietud de la noche, un quejido.
Entre el desvanecer del sueño mío,
tu voz haciendo eco despavorido,
en un parpadeo frente a tu cama
estaba mi alma, mirándote fijo,
juntando aquellas piezas del enigma
que a tu corazón con dolor inquieta,
Aflicción que quisiera en ti borrar,
con el viento del occidente enviar
más allá de la luna, disipar
así la bruma, atraparte una estrella
y regalarte, iluminar tu noche.
Retoño soy aún de margarita,
con un perfume de rosas bañada,
ansío para mis tallos maduros
los brotes que te hagan sentir amada.

© Mabel Coronel Cuenca

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Imagen tomada de la red

El ALAZÁN Y LA LUNA

El ALAZÁN Y LA LUNA

En la cima del cerro había un prado,
un alazán corría valeroso
entre el riachuelo de aguas turbulentas,
-entre las negras y afiladas piedras-
creyéndose el rey y señor del cerro,
no sintió que llegaba el perro negro,
quien hambriento preparaba sus garras
para atrapar a su presa en la curva.
Allí donde el sol se opone, -cansado
de iluminar todo el día a los ciegos-
estaba la guarida del gran perro,
medio lobo, pasó el día rabioso
con su hermana la luna, que en la noche
había hecho caso omiso a su aúllo.
Sabía el can que la luna admiraba
la libertad, el entusiasmo y hasta
el pelaje de ese único alazán.
-decidió devorar la carne fresca-
Tendió la trampa, preparó sus garras,
esperó el momento justo, llegaba
el joven caballo, no percibió
el inminente peligro, los ojos
voraces del gran perro lo observaban,
pero la luna como siempre estaba
atenta a los pasos del alazán
amado, en un esfuerzo iluminó
su camino, encendiendo un gran farol
justo frente a los ojos de ese can
hambriento, tendiendo aquella cortina
blanca de invisibilidad: amor

©Mabel Coronel Cuenca

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ACRÓSTICO

ACRÓSTICO

-A mi amiga-hermana Nancy Elizabeth Benítez Méndez-

No sé precisar el tiempo, quizá no tenga fecha definida,
Amistad simplemente brota cuando son hermanas las almas,
Nace en el trajinar diario, en cada avance y caída.
Con cada mano extendida en los momentos de dramas,
Y un hombro listo para cobijar cuando incomprendida.

En los gestos diminutos, pero sinceros de quien amas,
Libremente expresados y en la palabra embellecida,
Imponentes tormentas, volcanes en llamas...
Zarandean, más no hunden si la construcción es enriquecida.
Acciones que traducen sentimientos, aunque a veces anónimas,
Bondadosamente obsequiadas, con alegría recibida.
Entrega sin medida, complicidad compartida, una hermana más,
Tarea ardua e inconclusa, un obrero sin paga en la vida.
Honestidad, transparencia y lealtad requeridas.

Bellos momentos, alegría en risa traducida,
Emanadas de un corazón sincero, así como si nada
Nace la amistad, para muchos tan solo una palabra quizás,
Incierta por lo general, enigma a ser revelada.
Tiempo, como elemento de medida un reloj sin manecillas.
Empresa productiva cuando la reciprocidad se ve reflejada,
Zafar los obstáculos se vuelve fácil de tus manos tomadas.

Maiteípa ne ko’ê che angirû ha’éva ndéve ára ha ára,
Eñandúne katuete añeteha che ñe’ê jepeve nda ha’éi ñe’êpapára.
Ndaikatúiramo jepe aime nde ykére opave ára,
De espíritu siempre estoy presente, mi hermana del alma.
Eres mi cable a tierra, y muchas veces mi represora.
Zafiro extinto, con brillo distinto, mi bien intangible, simplemente AMIGA.

©Mabel Coronel Cuenca

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