jueves, 27 de marzo de 2014

El ALAZÁN Y LA LUNA


El ALAZÁN Y LA LUNA

En la cima del cerro había un prado,
un alazán corría valeroso
entre el riachuelo de aguas turbulentas,
-entre las negras y afiladas piedras-
creyéndose el rey y señor del cerro,
no sintió que llegaba el perro negro,
quien hambriento preparaba sus garras
para atrapar a su presa en la curva.
Allí donde el sol se opone, -cansado
de iluminar todo el día a los ciegos-
estaba la guarida del gran perro,
medio lobo, pasó el día rabioso
con su hermana la luna, que en la noche
había hecho caso omiso a su aúllo.
Sabía el can que la luna admiraba
la libertad, el entusiasmo y hasta
el pelaje de ese único alazán.
-decidió devorar la carne fresca-
Tendió la trampa, preparó sus garras,
esperó el momento justo, llegaba
el joven caballo, no percibió
el inminente peligro, los ojos
voraces del gran perro lo observaban,
pero la luna como siempre estaba
atenta a los pasos del alazán
amado, en un esfuerzo iluminó
su camino, encendiendo un gran farol
justo frente a los ojos de ese can
hambriento, tendiendo aquella cortina
blanca de invisibilidad: amor

©Mabel Coronel Cuenca

Más en https://www.facebook.com/mabelcoronelcuenca

Imagen tomada de la red

No hay comentarios:

Publicar un comentario