POEMARIO DE CARLOS HUGO GARRIDO CHALÉN
“Cuando el Mamut enamoraba la esperanza”
Lectura y comentarios, por Cecilia Ortiz.
Imaginar la casa del Mamut, cómo. Vivía en plena naturaleza, su casa era el Mundo. Lo que podemos imaginar que era el mundo, del que tenemos noticias tan lejanas y fuera de nuestro tiempo.
El poemario se compone de varios núcleos, cada uno tiene su título y lo desarrolla, por ejemplo: “El Mamut era el señor de la Tundra y la esperanza.” Magnífica expresión del poeta.
O: “Creyendo siempre que había ganado la batalla”.
No son seguidos, son los que me impactaron, de solo pensar en aquél súper animal, con sensibilidad cuidadora, protegiendo todo a su alrededor.
El Poeta, crea una casa, y nosotros penetramos en ella: “La casa del Mamut/ era el santuario de la tempestad y de la vida/ (...) en donde gemía de placer la madrugada./
Y el placer de leer estas metáforas originales del autor nos atrapa e imaginamos sensorialmente esos instantes, esos tiempos: la tarea ardua pero amorosa del Mamut por mantener el equilibrio entre la naturaleza y sus habitantes.
“Solo le importaba saber/que su casa/ el Monasterio de la Humanidad/no era Casa del precipicio/
La humanidad lejos estaba de encontrarse con el Mamut, pero el poeta nos lleva con la grandiosidad de sus palabras a estar presentes y ser espectadores :” Cuando dejaron de escucharse los sonidos del jilguero” (Otro núcleo)
Y comienza a invadirnos la tristeza, al presentir que ese maravilloso mundo, comenzaba a deshilarse.
“El Castillo del mamut/ era el ministerio del abrazo/
/Mientras el mundo intentaba decodificar el tiempo y el Mamut domesticar la vida/
/Nada/ afectaba el equilibrio del planeta/ Pero el mamut siempre miraba a estribor/ para entender /../ si los farallones resistían los embates/
Y por mucho que duela “El egoísmo del depredador/ había tapiado/ el corazón de la montaña.
/La casa del Mamut/ había dejado/ de ser el manantial de la oportunidad y de la vida/
Hay líneas con una sola palabra, que no las usamos en la poesía, pero que en este poemario, son el significante de la caída (duele decirlo) de la casa de ya, nuestro querido Mamut.
Estas que siguen no lo son. Es un fragmento, en el cual todo lo que se cae es nuestra responsabilidad.: "comenzó a ser dinamitada de acidia y negligencia/ por quien tenía la obligación de defenderla”.
Garrido Chalén, el poeta y el hombre, asume su parte de creador y destructor, y escribe desde el corazón este poemario, que no olvidaremos jamás.
“Al navegar de ceñido/ cambiando de amenas/ en el envés del entrecejo/ allí donde todo de un tirón/ se envía a ventura/ nació la poesía”
Nació la poesía, la que puede tocar cualquier tema y hacer un poemario con la profundidad filosófica de La Casa del Mamut.
Cecilia Ortiz. Olivos Buenos Aires.
Coordinación: Prof. Dra. h.c. Mabel Coronel Cuenca.
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