Los años, ¡ah! pasaron los años.
Has girado alguna vez sobre tu eje,
fijando la mirada en tus miserias
antes que en las pequeñeces ajenas.
Fácil subir a la montaña, desde
allí cualquiera se vuelve muy hábil
observador de aquéllos pequeños.
Verse al espejo con polvo empañado
permite observar tan sólo tu sombra
dejando entrever aquel fiel reflejo
de tu lado más humano e imperfecto.
Si levantareis tu simple mirada
nuevamente hacia miserias ajenas
recordad antes limpiar ése espejo.
©Mabel Coronel Cuenca
https://www.facebook.com/mabelcoronelcuenca
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